domingo, 26 de agosto de 2012

Existencialismo etílico de un domingo por la madrugada



(...) Hay quienes dicen que todo tiempo pasado fue mejor… el joven vive de la esperanza y el viejo… de los recuerdos… pero algunos pobres condenados, algunos locos psiquiátricos con complejo de elefantes de Dalí, demacrados y deformados por fuera, pervertidos y totalmente anormales, pero con una capacidad de memoria inmensamente inmisericordiosa, macabra y maquiavélicamente manipuladora… pero algunos pobres diablos, como decía, son viejos toda su vida… la memoria, si bien ha sido uno de los grandes dones otorgados a la humanidad, traedora de progresos y avances ha sido la condena y tortura de muchos integrantes de esta masa de casi humanos… algunos de los casi humanos vemos el pasado como la clave del futuro… no tenemos intenciones de ceder ante el progreso… ni ante nuestros “pares” ni ante nuestros (escribo esta palabra con un asco interior inmenso) “superiores”… bienes raíces… un bien raíz se devalúa según varios factores… pero el más importante es el tiempo… el maldito, bendito, endemoniado, santo, caro, sofocante y destructor tiempo… una casa nueva siempre es bonita… su techo es de madera muy noble, sus paredes de fuerte concreto tipo “A” y ladrillos cocidos… sus cimientos de piedras imponentes y cemento reforzado… todo va cediendo ante el tiempo… el cielo se derrumba… las cruces de madera que soportan el techo comienzan a podrirse… no queda más que destruir el cielo, arrancarlo por completo, destruir cada una de las vetas de madera que unen como un todo el techo,  quemar la cruz y quedar a oscuras ante la noche… ante el universo.. lógico, racional, inmenso y absoluto… luego de quedarte a oscuras… sólo contigo … valiéndote por ti mismo… comienza a entrar la humedad, el frio, el calor, comienzan los problemas… el moho carcome las murallas de concreto tipo “A”… tu casa se ve mutilada… caen los cuadros de tus familiares… la pintura de las murallas se torna anaranjada por el oxido ferroso de las cadenas y pilares puestos dentro de las paredes… luego se tiñen de un rojo desesperante para al fin culminar en un negro un tanto verdusco, propio de la gangrena y la lepra… luego de quedarte sin murallas ni techo… comienza lo peor… la naturaleza comienza a llegar a tus cimientos… los principios de tu hogar, de tu casa… el agua inunda los cimientos, los pulveriza cada vez más, el calor los agrieta, los temblores los separan y muelen entre sí mismos… no te queda más que mirar al cielo y esperar… pero el cielo se pudrió, lo destruiste… lo inutilizaste con el paso del tiempo… los terremotos amenazan con destruirlo todo… corres a refugiarte al marco de una puerta… no tienes ni murallas ni puertas, te las ha quitado el tiempo… pero no te preocupes, no hay cielo que caiga sobre ti, ni murallas para ladearse y aplastarte… los cimientos se destruyen… ahora no tienes más que un orificio en la tierra contigo adentro… sé paciente… el viento, la lluvia y el sol te sepultaran el mismo agujero que cavaste…

J. Kross


No hay comentarios:

Publicar un comentario